ENTREVISTA

Una organización no puede ser responsable si no lo es toda su cadena de aprovisionamiento


Jenaro Reviejo,

secretario general de Aerce

Jenaro Reviejo 16/01/2013

¿Cómo definiría la labor de Aerce?
Es una asociación sin ánimo de lucro creada en 1981, y actualmente somos más de 1.300 asociados en diversas modalidades: instituciones, empresas, profesionales,… En total somos unas 4.000 personas involucradas en la asociación.
Su misión es ser el referente de la gestión de compras, de la función de Compras. Nuestros objetivos son varios y el principal es maximizar la rentabilidad de las organizaciones a través de la función de Compras. Al mismo tiempo, tenemos que poner medios en manos del comprador, por eso también buscamos proporcionarle las herramientas necesarias para realizar esta labor, como en los últimos años hemos hecho contribuyendo al desarrollo sostenible de la sociedad.

El papel de los profesionales de Compras es vital para las empresas, pero en general no están lo suficientemente reconocidos. ¿A qué cree que se debe esta situación?
La mayoría de las veces Compras depende del área Financiera, que absorbe toda la importancia del departamento de Compras. En Aerce estamos en contra de esta figura del comprador administrativo, llevamos muchos años luchando por la profesionalización de esta figura e impartimos formación avanzada dividida en tres ciclos.
En general, hay una percepción del comprador que no es la correcta. Desde Aerce fomentamos valores como la profesionalización, la ética, la competitividad, la transparencia y la libre competencia. La formación tiene tres niveles básicos dirigidos a los profesionales que empiezan en esta área y a los que ya están en el sector y quieren mejorar su formación. Está homologada por el IFPSM, International Federation Purchasing Supply Management.

¿Qué está haciendo la asociación en relación al fomento de la RSE?
Participamos en diversas actividades relacionadas con la gestión sostenible y responsable de las compras, tanto en escuelas de negocio, universidades, cámaras de comercio,… Y estamos adheridos a los principales sellos e iniciativas en este ámbito de la RSE.
Además, ya estamos trabajando en la segunda guía sobre la compra sostenible, que está centrada exclusivamente en esta área de Compras. Hay que decir que actualmente ésta no tiene el protagonismo necesario dentro de la cadena de suministro. Y es inexplicable, ya que una organización no puede ser responsable si no lo es toda su cadena de aprovisionamiento. No hay ninguna otra área dentro de las empresas que sea puente y engranaje entre la compañía y sus proveedores como lo es Compras.

¿Cuál es el papel que tienen estos profesionales en la implementación de la RSE de una compañía?
Partimos de la base de que es el comprador el que tiene relación con los proveedores, el que sale, entra, viaja, el que tiene un amplio conocimiento del proceso y de lo que está comprando. Hay una relación inversa entre el conocimiento que tienes y lo que pagas por el producto. A mayor conocimiento, menor coste tendrá el producto, ya que se le podrá dar una mayor rentabilidad.
Son estos profesionales quienes tienen en su mano la decisión sobre en qué y dónde invierte una compañía… con quién se trabaja. Y en eso se basa nuestro objetivo de contribuir al desarrollo sostenible de la sociedad, ya que abrimos una posibilidad de transformación social muy grande, siempre que las empresas quieran. Hay que ser conscientes de que el planeta y sus recursos son finitos y que estamos abusando de ellos. Para paliar esto sólo hay dos caminos: los avances tecnológicos y la organización social. En el primer caso, está claro que estamos trabajando. Y en el segundo, no tanto. Muchos se escudan en la idea de que un producto sostenible es mucho más caro que uno normal, pero hay que analizar este producto y ver su valor real. No podemos olvidar que un tercio de los gases de efecto invernadero proviene de la electricidad y otro del transpor te que son dos aspectos relacionados con cualquier producto “normal”.

Entonces, ¿cree que si se repercutiera en el coste del producto o servicio el coste ambiental que tiene fabricarlo y ponerlo a disposición del cliente los productos no sostenibles dejarían de comprarse?
Modificaría el punto de vista del consumidor/cliente, y haría que fuese algo que las empresas tuviesen muy en cuenta cuando deslocalizan su producción despreciando la local. El cliente final debería conocer el coste ambiental que tiene esta deslocalización, no sólo lo barato que puede salir en relación a los recursos económicos consumidos.

¿Qué aconsejan desde Aerce a una compañía para que se sume a la compra sostenible?
El consejo que damos siempre es que es un sistema que crea beneficio y crea valor para sus accionistas. También es un modelo de gestión que debe venir en primer lugar desde las Administraciones Públicas, algo en lo que ya se están actualizando y que recogen algunas leyes y normativas, como la Ley 30/2007.
Y no hay que perder de vista que la RSE es una ventaja competitiva y elimina riesgos, refuerza la imagen y la reputación corporativa y crea valor para la sociedad. Un comportamiento sostenible eleva la rentabilidad empresarial a medio y largo plazo.

Se suele comentar que son las grandes empresas las que son susceptibles de poner en marcha este tipo de políticas y no las pymes. ¿Comparte esta idea?
Hay que tener en cuenta que son las grandes empresas las que tiran del carro. En su caso, el efecto multiplicador de la acción de Compras es enorme. Pero cualquier empresa, sea cual sea su tamaño, puede aplicar estas políticas. Cualquiera puede tener y tiene decenas o cientos de proveedores, por lo que si pide a su proveedor una serie de requisitos mínimos en temas de sostenibilidad su efecto es multiplicador en la cadena de suministro y distribución de ambas organizaciones. Una parte importante de la transmisión de los valores de la RSE a las empresas proveedoras recae sobre los departamentos de Compras.
En nuestro congreso celebrado en 2010 ya se llegó a la conclusión que la RSE corporativa no podrá consolidarse como paradigma empresarial del siglo XXI si los departamentos de Compras no desarrollan políticas de sostenibilidad y no llevan a cabo un riguroso control ético de la cadena de proveedores.
Y nos hemos atrevido a ir más allá y aseguramos que el valor total de la RSE será igual al valor de la compañía más el valor añadido de la RSE (proveedores). Y el valor de la compañía y la RSE es igual al valor consolidado de la RSE más el valor distribuido de la RSE, y éste es la suma del valor total de la RSE por el número de proveedores. Y el índice de referencia es el número de clientes de la empresa. Esto permite demostrar que el valor generado por un grupo de empresas líderes es máximo y que, por otro lado, los proveedores pueden disminuir sus costes dentro de una acción concertada.

¿Cómo se produce esta disminución de costes?
Mediante lo que yo llamo la compra positiva, que implica eliminar costes de desconfianza. Hay muchos costes que se originan por la desconfianza que puede haber entre cliente y proveedor, pero si ambas son responsables y cuentan con los certificados que lo demuestran estos costes se eliminan.

Desde su experiencia, ¿qué tendencias cree que se avecinan en este ámbito?
Hay dos grandes ejes. Uno pasa por los avances en las tecnologías que permiten procesos como las subastas y las compras online, que aunque no son la panacea en todos los casos sí que suponen un gran avance y proporcionan ciertos beneficios; y el otro eje es la integración en los procesos productivos de la RSE.

¿Cómo ve la política compras responsables en nuestro país?
Hay de todo, pero si tomamos como referencia el informe de Forética de 2011 el 60% de las empresas en España conoce el potencial de la compra responsable, aunque sólo un 5% tiene una política formalizada en este ámbito. Sobre las compras en concreto, un 77% de las empresas opina que la RSE mejora la gestión de la cadena de suministro, pero sólo un 17% de las empresas realiza auditorías sociales y ambientales a sus proveedores.

¿Qué retos tienen planteados?
En la actualidad hay muchas empresas que disponen de departamentos de RSE, pero en su mayoría se instrumentan para buscar publicidad a través de este tipo de acciones de RSE, pero no la implantan en la gestión global de sus actividades. Por consiguiente, el gran reto es conseguir que las empresas integren la RSE como una forma de gestión empresarial y de gestión de su cadena de suministro.

El área de compras, clave

• En general, hay una percepción del comprador que no es la correcta. Desde Aerce fomentamos valores como la profesionalización, la ética, la competitividad, la transparencia y la libre competencia.
• Estamos trabajando en la segunda guía sobre la compra sostenible.
• Una organización no puede ser responsable si no lo es toda su cadena de aprovisionamiento.
• La RSE es una ventaja competitiva y elimina riesgos, refuerza la imagen y la reputación corporativa y crea valor para la sociedad. Un comportamiento sostenible eleva la rentabilidad empresarial a medio y largo plazo.
• La RSE corporativa no podrá consolidarse como paradigma empresarial del siglo XXI si los departamentos de Compras no desarrollan políticas de sostenibilidad y no llevan a cabo un riguroso control ético de la cadena de proveedores.

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