ENTREVISTA

La formación es la vía para ofrecer soluciones y reclamar proyectos responsables a las empresas


Jordi Ribó,

secretario confederal de Economía Social y Autoempleo de CCOO

Jordi Ribó 23/03/2010

El sindicato Comisiones Obreras denuncia que algunas empresas están utilizando la RSE para debilitar la negociación colectiva y que en tiempos de crisis económica, como el actual, las empresas no deben relajarse ni abandonar sus políticas de Responsabilidad Social. Se muestra crítico y aboga por la mejora de la situación de los empleados como parte de esa responsabilidad.

¿Cuál es la idea de Responsabilidad Social que defiende CCOO?

Para nosotros, la RSE forma parte del conjunto de temáticas que podemos calificar como diálogo social. La Responsabilidad Social Empresarial es una parte muy importante de nuestra actividad ya que se relaciona con las condiciones de trabajo, la salud de los trabajadores, yendo más allá de la negociación colectiva, y, obviamente, con el medioambiente. Además, la RSE forma parte de la negociación colectiva y debe tener un reglamento claro, sobretodo en lo que hace referencia a la transparencia de memorias y el destino de los bienes producidos. Consideramos que es una parte importante y un elemento de profundización democrática de las empresas y se relaciona con la participación.

Uno de los temas que trata el Consejo Estatal de Responsabilidad Social son las memorias de sostenibilidad. ¿Estos informes han evolucionado lo suficiente?

Hace pocos meses que se constituyó el Consejo Estatal. Las comisiones ya han empezado a trabajar y desde CCOO coordinamos, con el liderazgo de Isidor Boix, la comisión de Transparencia y Memoria. Una de las cuestiones clave del Estatuto de los Trabajadores es que los miembros de los comités de empresa tienen derecho a acceder a la misma información que los accionistas. La realidad es que pocas empresas se muestran tan transparentes, a no ser que estén en situación de pérdidas. Existen pocas memorias de sostenibilidad que sean capaces de poner al desnudo las condiciones de trabajo de los proveedores, cómo se trata el producto, de qué forma se comercializa, etc. Creo que este ciclo sería ideal para poder hablar de RSE.

¿Cree que se deben romper las relaciones con los proveedores que incumplan determinados principios?

No es tanto romper, sino que las cosas se hagan bien. Las entidades sindicales podemos trabajar sobre ello. Existen ocho convenios creados por OIT (Organización Internacional del Trabajo) que, supuestamente, todo el mundo debería respetar sin la necesidad de firmarlos. Los sindicatos, al ser representantes de los trabajadores, tenemos un papel muy importante para que nuestros homólogos de las empresas proveedoras conozcan cómo se hacen las cosas. La RSE no es puro marketing. Entendemos la Responsabilidad Social como un compromiso con alguien; y la contraparte natural de una empresa es el trabajador y los sindicatos. Me gustaría que se pudiera hablar de esas empresas y proveedores que incumplen las normas, entendiéndolo como una crítica constructiva para que puedan avanzar.

Existe el debate sobre cómo una empresa puede ser responsable en época de crisis…

En España tenemos varios problemas. El tejido empresarial está compuesto por medianas y pequeñas compañías que tienen unos problemas de crédito tremendos. Esta situación ha llevado a las pymes a la parálisis ya que no pueden alcanzar un crédito debido a la privatización del sector financiero. Actualmente, lo que más se puede asemejar a una banca pública son las cajas de ahorro y existe en ellas una gran lucha por el poder. Su gestión tampoco ha sido buena y necesita una restructuración para que el Estado vuelva a ejercer de motor de la economía española.
Creo que la RSE y la crisis no son términos incompatibles. Las acciones se deben hacer de una forma acordada entre todas las partes y no deben existir situaciones incompatibles con la Responsabilidad Social. Lamentablemente, no se sigue este camino. Una de las políticas que más trabajaremos en el futuro más inmediato es la formación sindical para que los empleados puedan disponer de recursos para poder ofrecer alternativas reales y situar al tejido empresarial donde le corresponde.

Varios estudios confirman que en épocas de crisis el nivel de absentismo disminuye. ¿Cree que es cierto?

El absentismo viene determinado por las condiciones y la salud de los trabajadores. La Ley de Prevención de Riesgos Laborales empezó a aplicarse en el 1996 y, después de más de diez años, hay que analizar cuál ha sido el papel de las empresas de servicios de prevención. Las compañías lo han externalizado a las mutuas de accidentes y, así, se llega a la mercantilización de la seguridad de los trabajadores. Sí es verdad que la gente en épocas de crisis se retrae más. Hoy un 20% de las bajas justificadas son causa de despido; es muy grave. La mayor parte del absentismo se debe a las malas condiciones de trabajo. En muchos casos, ni los propios servicios de prevención internos ni las mutuas realizan prevención de riesgos laborales de forma correcta, y la Sanidad Pública debería ser la responsable de aplicar las terapias o recuperaciones necesarias. En España mueren dos trabajadores al día por accidente de trabajo.

¿Cree que desde los sindicatos se ampara a todos los colectivos?

Llegamos al 60% de las empresas y de la población asalariada. Hay colectivos a los que aún no se les ofrece cobertura, pero cada vez son menos. Las cifras hablan de 600.000 trabajadores sin cobertura sindical. El no cumplimiento de la Ley debe estudiarse desde el punto de vista de la Administración que debe destinar recursos (inspectores de trabajo) para que se cumpla la normativa. La función de los sindicatos es ser denunciante y asegurar que la Administración trabaje frente a las situaciones irregulares.
Debemos jugar nuestro papel siendo conscientes de que vivimos en una sociedad capitalista, pero nuestra misión es mejorar las condiciones mediante acuerdos. De todas maneras, en España se contabilizan más de 1.500 convenios sin revisar.

Actualmente existen varias certificaciones sobre RSE. ¿Qué credibilidad tienen?

Los propios sindicatos debemos ser más exigentes con estas certificaciones. Por ejemplo, en el Pacto Mundial debemos controlar más su cumplimiento y tener una relación directa con las organizaciones. La mejor certificación para las compañías es que firmen los convenios colectivos, que respeten el medioambiente y vayan evolucionando de la mano de un proyecto empresarial sostenible. Confío en el debate social en torno a las empresas sostenibles y el papel de la economía social.

¿Cuál es el peor problema al que se enfrenta la Responsabilidad Social?

La peor lacra que tiene es la temporalidad injustifcada que afecta, en su gran mayoría, a mujeres y jóvenes, alcanzando cifras del 95%. En estos momentos, desde CCOO vamos a lanzar una campaña para erradicar esta situación, que creemos que no se puede eliminar con reformas laborales ni abaratamiento del despido.

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