ENTREVISTA

Ahora tenemos la tarea de poner en práctica los Objetivos de Desarrollo Sostenible


Miguel Ángel Moratinos,

presidente de Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS)

17/04/2016

A principios de 2015 nace la Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS), red nacional de SDSN (Sustainable Development Solutions Network). Su misión es movilizar y sensibilizar a la sociedad española, a las instituciones públicas y al mundo corporativo para que conozcan de manera más rigurosa y comprometida los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), así como favorecer su incorporación a futuras políticas, al ámbito empresarial y en el comportamiento de la sociedad en general.

¿Cómo surge la idea de crear la Red Española para el Desarrollo Sostenible?
En el año 2014, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, creó la Red de Soluciones para un Desarrollo Sostenible (SDSN, por sus siglas en inglés). Por este motivo, impulsó un grupo de 100 personalidades que formamos parte del Consejo de Liderazgo de Desarrollo Sostenible y que tenía como misión inicial sensibilizar, concienciar y movilizar a la sociedad y a la comunidad internacional para que se adoptasen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en el año 2015. Esa fue nuestra primera etapa.
Al ser elegido miembro del Consejo de Liderazgo constaté que, a diferencia de otros países, España no tenía una red nacional y, entonces, el secretario general de Naciones Unidas me encargó crear la Red Nacional para el Desarrollo Sostenible y trabajar para que los distintos actores españoles se comprometieran en la firma y adopción de los ODS.

El pasado 25 de septiembre el gobierno español se comprometió con los ODS en la Asamblea General de las Naciones Unidas. ¿Cuál es el próximo paso?
Ahora tenemos la tarea, todavía más interesante y desafiante, de ponerlos en práctica. Por lo tanto el papel de la Red Española para el Desarrollo Sostenible es movilizar a todos los actores españoles y a la sociedad en general para que de aquí al 2030 España figure como uno de los países que ha cumplido con su compromiso de alcanzar estos objetivos.

¿En qué situación se encuentra España?
Un estudio elaborado por la Red de Soluciones para un Desarrollo Sostenible con la Fundación Bertelsmann sobre el grado de cumplimiento de los ODS muestra que en el 2015, de los 38 países de la OCDE que evalúa, España se sitúa en la decimoctava posición. Está en mitad de la tabla, pero podría mejorar. Precisamente uno de los objetivos de la REDS es ayudarle a mejorar en aquellos objetivos en los que España tiene un cumplimiento un tanto bajo y pueda así mejorar su posición.

¿Con qué actores van a trabajar para cumplir este reto?
Tenemos tres grandes grupos de interlocutores. El primer bloque son las administraciones públicas, tanto a nivel de gobierno central, comunidades autónomas y autoridades municipales. Nuestro segundo interlocutor es el mundo académico para que las universidades españolas participen no solamente en la formación de una cultura de sostenibilidad de los estudiantes universitarios sino que también trabajen para investigar e identificar las soluciones prácticas para los distintos ODS. Y el tercer bloque de nuestras relaciones se centra en el sector privado, porque son los empresarios y las empresas las que van a tener que poner en marcha políticas y actuaciones que favorezcan alcanzar los 17 Objetivos.

¿Qué acciones están llevando a cabo?
El año pasado ya tuvimos algunas actuaciones concretas. Hicimos un llamamiento a los partidos políticos para que firmasen una declaración comprometiéndose con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y esa declaración  que firmada por todos los partidos justo una semana antes de las elecciones del 20 de diciembre. Por lo tanto, sea cual sea el próximo Gobierno tendrá el compromiso ya firmado de poner en práctica políticas y regulaciones para alcanzar esos objetivos.
En segundo lugar, estamos trabajando con las administraciones autonómicas. En este sentido, Valencia ha sido la primera comunidad autónoma que formalmente ha adoptado su compromiso de desarrollar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. En tercer lugar, hemos establecido una relación de trabajo con la Federación Española de Municipios y Provincias y nos hemos dirigido a los principales ayuntamientos de España. Pero además hemos querido que las universidades trabajen con nosotros y por ello hemos suscrito un convenio con la CRUE, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, para que el mundo académico y universitario español participe de la educación online en materia de desarrollo sostenible, en la investigación y en la evaluación sobre cómo nuestro país va cumpliendo y respetando los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Naciones Unidas considera que agua, energía, biodiversidad y género son los cuatro objetivos en los que España puede ser uno de los principales actores. ¿Por qué?
Después de un debate interno, tanto a nivel de la red global como del Consejo de Liderazgo internacional, llegamos a la conclusión de que España, por su experiencia y su capacidad, podía aportar ideas y propuestas innovadoras en estas cuatro áreas. En energía por nuestra experiencia en energías renovables; en materia de agua porque tenemos una gran tradición en cómo gestionar el agua y aportar soluciones prácticas a situaciones de aridez y de estrés hídrico. En el ámbito de género, España ha sido un país modelo en los últimos años. Y finalmente, la biodiversidad también ha sido uno de nuestros puntos y referencias internacionales. Por todo ello, se nos encargó que, sin olvidar la totalidad de los objetivos, pusiésemos más énfasis en estos cuatro sectores donde podemos aportar ideas específicas con algunas soluciones prácticas que puedan ser útiles a otros países y a otras regiones del mundo.

Estos cuatro objetivos también pueden convertirse en posibilidades de negocio para las empresas, ¿no?
Tenemos que involucrar y comprometer a la empresa española. Es un viaje de ida y vuelta. Hay que explicar y hacer entender a las empresas que no pueden escapar de la agenda de sostenibilidad y que ésta revertirá en su propio beneficio puesto que, en definitiva, son las propias empresas las que proponen iniciativas, tecnologías innovadoras y diferentes, que se podrán aplicar tanto a nuestro país como a otros lugares de la economía internacional.
Es una situación en la que todos debemos asumir nuestra cuota de responsabilidad, pero aquí no hay una situación de pérdida, sino que todos podemos ganar si en las próximas décadas trabajamos colectivamente y con un sentido de responsabilidad.

¿Considera que las empresas están más concienciadas con los ODS?
Sí, desde luego todos los contactos que hemos mantenido han sido muy positivos. Progresivamente las empresas españolas están introduciendo esta agenda de sostenibilidad en todas sus actuaciones y hemos encontrado, en algunas de ellas, un verdadero entusiasmo para desarrollar e implicarse de manera muy directa en esta nueva página de la historia que les va a tocar interpretar. Es cierto que hay una mayor sensibilidad y una mayor voluntad de participar y, desde el inicio, las organizaciones quieren ser protagonistas de esta iniciativa.

Ahora tenemos 15 años para aplicar estos objetivos...
No queremos que se repita lo que ha ocurrido con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que al llegar a su revisión, seguimos observando con tristeza y frustración que todavía sigue existiendo hambruna en el mundo, que la extrema pobreza siga siendo un objetivo que tengamos que cubrir o que no se haya reducido las tasas de analfabetismo en el mundo.

¿Considera que eventos internacionales, como la XXI Conferencia sobre el Cambio Climático de París, 21, ayudan a concienciar a la ciudadanía sobre este tipo de problemáticas?
La sociedad internacional, europea y española tiene que comprender que estamos en un momento de cambio y de mutaciones en un mundo globalizado y, por primera vez en la historia el ciudadano del siglo XXI empieza a entender que la humanidad puede tener un papel protagonista. En la nueva era del Antropoceno, el hombre y la mujer pueden decidir unas políticas que preserven el futuro y la sostenibilidad del planeta o llevar a cabo actuaciones que destruyan su propio ecosistema y que por tanto hagan imposible la sostenibilidad de las futuras  generaciones que tendrán que vivir en el planeta Tierra. Por tanto, la concienciación a nivel universal y de la comunidad internacional se manifiesta en este tipo de reuniones o de logros, como el que se alcanzó en París.
Se trata de un modelo nuevo de diplomacia, un modelo nuevo de participación, donde están representados los estados nación, los gobiernos, la sociedad civil, los ciudadanos que se manifiestan y reclaman atención a los grandes desafíos y retos que tiene la Tierra. Y al mismo tiempo están los medios de comunicación que hacen un  llamamiento, insisten, critican, dan señales de alerta para que el ciudadano de a pie pueda entender que lo que está en riesgo es su propia existencia y supervivencia. Creo que esto es lo que está cambiando y lo que ayuda a sensibilizar y concienciar a todo el colectivo internacional del siglo XXI.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), lanzados en la Conferencia de Río+20, se han construido a partir de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y convergen con la agenda de desarrollo de las Naciones Unidas, prevista para el periodo 2015-2030. Los ODS apuntan a la erradicación de la pobreza como el mayor desafío global y sitúa a las personas en el centro de interés en todo desarrollo sostenible. Por tanto, el compromiso se centra en la promoción del crecimiento económico sostenido, el desarrollo social y la protección del medioambiente en beneficio de todos, sin distinción alguna de edad, origen o religión.

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