Donde hay una necesidad, existe una fundación

Javier Nadal Ariño,

presidente de Asociación Española de Fundaciones

20/02/2017

La Asociación Española de Fundaciones es una asociación privada e independiente, declarada de utilidad pública, de ámbito nacional. Actualmente agrupa en torno a 1.000 fundaciones españolas de las más diversas dimensiones, finalidades y ámbitos de actuación. Su misión es trabajar en beneficio del conjunto del sector fundacional en pro de su desarrollo y fortalecimiento.

 

¿Cómo ha sorteado la crisis económica el sector fundacional?

La crisis ha tenido un impacto doble en el sector fundacional porque nos hemos encontrado con nuevas necesidades sociales a las que atender y, a la vez, más problemas para captar recursos. Esto se refleja muy bien cuando analizamos el histórico de ingresos y gastos del sector. Desde el año 2009, año histórico de mayores ingresos del sector, hasta finales de 2015, los ingresos de las fundaciones han sufrido una reducción del 25%. En cambio, el gasto solo ha  caído un 7% y el número de beneficiarios ha aumentado. Es decir, las fundaciones han respondido a la crisis atendiendo más problemas, a pesar de que tenían menos ingresos, y han mantenido los gastos.

 

¿Cómo ha sido posible?

Las fundaciones han tenido que consumir sus activos para mantener su  actividad, pero afortunadamente en 2015 se produjo una modificación de los incentivos fiscales que justamente van en la dirección de resolver esta situación.

 

¿Cuáles son los principales puntos en los que se ha modificado la fiscalidad de las donaciones?

Por una parte, la desgravación fiscal de las donaciones, que históricamente era del 25%, se ha incrementado en un 5% para todas las donaciones y otros 5 puntos adicionales para aquellas donaciones que tienen un carácter periódico. Con lo cual para aquellas aportaciones que sobrepasan los tres años con una institución la desgravación ha pasado del 25% al 35%. Por otra parte, hemos conseguido que a los 150 primeros euros que dona un ciudadano se le aplique una desgravación del 75%. En las negociaciones con el Ministerio de Hacienda pedíamos una Hemos conseguido que a los 150 primeros euros que dona un ciudadano se le aplique una desgravación del 75% desgravación de entre el 65 y el 70%, para estar al mismo nivel que el resto de países, y del 100% de los primeros 150 euros. Estos baremos continúan siendo nuestro objetivo, pero no hay duda de que hemos empezado con buen pie y esta mejora fiscal nos ayudará a paliar el gap que tenemos entre ingresos y gastos.

 

¿Considera que este tipo de medidas fiscales ayudará a aumentar las donaciones de los ciudadanos?

Los españoles somos solidarios y generosos, y muestra de ello es que cuando hay una emergencia somos los primeros, pero nos falta tener continuidad. Además, el sector fundacional español es de los más importantes de Europa y la AEF es la segunda asociación por detrás de la alemana. Manejamos alrededor del 0,9% del PIB, unos 8.000 millones de euros, el 85% de nuestros recursos los conseguimos de forma privada y tenemos más de 23 millones de beneficiarios. Por lo tanto, podemos decir con orgullo que el sector fundacional es muy  importante y que donde hay una necesidad, existe una fundación.

La generosidad es evidente, pero aunque en España el número de donantes representa el 19% de la población, todavía estamos por debajo de la media europea en cuanto a donación a las ONG. Por esto creemos que si hacemos “más barato” donar, conseguiremos que la población comprometida aumente.

 

Otra de las novedades ha sido la aprobación de la entrada en funcionamiento de un protectorado único de fundaciones de ámbito estatal, así como de un  registro único dependiente del Ministerio de Justicia…

Efectivamente, esta era otra de las demandas históricas del sector que se ha resuelto en el 2015. Hasta entonces había una importante dispersión de  protectorados que impedía que hubiese una unidad de acción. Pensamos que, de la misma manera que las empresas tienen la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el sector fundacional debía tener un protectorado con un nivel administrativo alto y, a poder ser, que fuera un órgano independiente del gobierno, dotado con el máximo nivel profesional posible para emitir opiniones y recomendaciones que ayuden al sector fundacional a crecer profesionalmente. Finalmente, el protectorado único que se ha creado es el órgano de la Administración cuya misión principal es velar para que se cumpla la voluntad del fundador.

Por otra parte, también existía una gran disparidad de registros y en el 2015 el Gobierno aprobó la creación de un registro único. Del mismo modo que en el registro mercantil se registran todos los actos de las empresas, consideramos que debe haber un registro que permita conocer todos los avatares de cada  fundación y del conjunto del sector para poder conocer, de manera homogénea, qué pasa en el sector fundacional.

 

Precisamente, con el objetivo de mejorar la sensibilización y el compromiso han creado los Premios AEF. ¿Qué reconocen?

Hemos creado tres categorías de premios que iremos cambiando en el futuro en función de los valores que creemos que hay que potenciar más en cada momento. En la primera edición, los Premios AEF han reconocido a Guillaume Yves Marie Philibert Renault, en la categoría de Iniciativa Filantrópica, porque creemos que en España es necesario reconocer y ensalzar la figura del filántropo. En segundo lugar, muchas fundaciones que tienen la tendencia a trabajar en proyectos individuales, pero en el mundo fundacional es mejor colaborar que competir para ahorrar costes y llegar a más beneficiarios. Por este motivo, el Premio a la Colaboración se ha concedido a la Fundación Mutua Madrileña por su programa “Jóvenes Profesionales” que, en colaboración con la Asociación de Talleres de Madrid (ASETRA) y la Fundación Exit, lucha para reducir el fracaso escolar y fomentar la empleabilidad. Y la tercera modalidad de premios busca reconocer la innovación entendida como aquella fundación que aborda un nuevo problema social o que encuentra una nueva forma disruptiva de resolver un problema. En este caso, el Premio a la Iniciativa Social Innovadora se ha adjudicado a la Fundación Amigó, por el proyecto “Conviviendo, adolescencia y familia, servicio de orientación socioeducativa frente al conflicto familiar”.

 

La profesionalización del sector, ¿continúa siendo el reto?

Nunca está suficientemente profesionalizado y, en nuestro caso, no estamos al nivel del sector empresarial. Ahí tenemos una necesidad de profesionalizarnos y poner en el frontispicio de la actividad el buen gobierno, es decir, tener una preocupación porque las fundaciones se organicen bien y distingan claramente sus órganos de gobierno. Otro aspecto fundamental es ser transparentes. La transparencia es vital porque en la medida que las fundaciones dependen de captar recursos, solo van a ganarse la confianza de los ciudadanos si les decimos muy bien qué hacemos y son participes del objetivo, de cómo se consigue, de lo que cuesta… Y en este reto, la medición del impacto es el tercer elemento clave.

 

Las fundaciones españolas atienden anualmente a más de un millón de alumnos

La Asociación Española de Fundaciones ha elaborado el primer estudio sobre actividades educativas en fundaciones españolas. Entre las principales conclusiones de este estudio destaca que las iniciativas en materia de educación de las fundaciones españolas alcanzan anualmente a más de un millón de alumnos, casi 60.000 docentes, 280.000 familias y 6.000 centros de enseñanza. Es decir, un total de 1.346.000 beneficiarios anuales. Además, se reconocen dos dimensiones clave para una educación completa: el desarrollo integral de la persona, al que se orientan el 77% de las iniciativas dedicadas a competencias transversales (comunicación, gestión emocional, solidaridad y ciudadanía), y la capacitación profesional, a la que se dedican un 23% de las iniciativas relacionadas con emprendimiento, creatividad, pensamiento crítico o habilidades digitales. Finalmente, el principal aporte de la actividad fundacional se sitúa en el ámbito de la corrección de desigualdades sociales, geográficas o de integración social por muy diversas circunstancias.