"Inocente" es un cortometraje escrito y dirigido por el cineasta Álvaro Pastor y producido por Nephilim Producciones, que pretende mostrar una imagen normalizada de las personas con discapacidad intelectual, y transmitir que estas personas pueden ser independientes, tener un trabajo o vivir solas si se les ofrecen los apoyos necesarios. Así, con sentido del humor, ‘Inocente’ habla del “derecho a vivir la propia vida afectiva y sexual con libertad y con independencia de tu condición y de tus capacidades” según el director Álvaro Pastor.
A través de esta iniciativa, la Fundación Carmen Pardo-Valcarce busca romper clichés y tender puentes entre el mundo del espectáculo, la cultura y la integración socio-laboral. Por ello, el cortometraje cuenta con la participación de trabajadores con discapacidad intelectual de la Fundación y personas con discapacidad intelectual delante y detrás de las cámaras, que han participado como actores y como parte del equipo técnico y de producción, contribuyendo así a fomentar la profesionalización de las personas con discapacidad intelectual en ámbitos laborales diferentes y hasta ahora poco o nada extendidos para este colectivo.
“Ha sido muy importante que tanto entre los actores como en el equipo que había detrás, hubiera personas con discapacidad intelectual” asegura Almudena Martorell, directora de la Fundación. “Así podemos cumplir esa labor de seguir sensibilizando y de contribuir a que cada día se vea más normal que en la empresa, en el cine, en una peli o detrás de las cámaras haya trabajando este tipo de personas”.
Juan Pedro Abeniacar Trolez, consejero delegado de LVMH Perfumes & Cosméticos, comenta que este proyecto explora nuevos canales para dar visibilidad a las personas con discapacidad intelectual. “Para nosotros la realización de un corto con y sin personas con discapacidad intelectual ha significado un reto interno que nos ha permitido conocer esta realidad y enriquecernos en todos los sentidos. Nuestro objetivo con esta colaboración ha sido llegar a un gran número de personas y ayudar a romper estereotipos”.
Agustín Sasián, uno de los actores protagonistas del cortometraje, cuenta con una gran trayectoria profesional (Mortadelo y Filemón 2, Pudor, Cuéntame cómo paso, El secreto de puente viejo, La que se avecina…). Es la primera vez que trabaja con personas con discapacidad y manifiesta que “trabajar con actores con discapacidad intelectual ha sido una experiencia única y enriquecedora. Son muy generosos, tienen un gran sentido del humor y son realmente tenaces a la hora de ponerse a trabajar. Creo que sin ellos el cine se pierde grandes talentos”.
Jesús María López, actor con discapacidad intelectual de la Fundación, explica que su papel en el corto refleja como es él, demostrando así que las personas “no somos tan diferentes”. Tanto él como Cristiana Ciarimboli y Almudena Sánchez, actrices de la Fundación, agradecen a todo el equipo de profesionales el trato recibido: “éramos como una familia y todos hemos sido tratados por igual, además hemos aprendido mucho y ahora sabemos cómo se hace una peli”, comenta Jesús, quien se plantea que puede ser una puerta abierta a una nueva profesión.
