La Fundación UNIR coordina y promueve el programa y provee la tecnología: recibe la demanda educativa por parte de distintos colectivos (ONG, organismos internacionales, asociaciones sin ánimo de lucro, instituciones locales en países en vías de desarrollo…). En los que se refiere a los voluntarios, crea la red de educadores y gestiona el contacto entre ellos.
Cómo funciona
La iniciativa Campus Solidario promueve la creación de “terminales educativas” utilizando las nuevas tecnologías. Así, a través de una plataforma audiovisual, el profesor imparte sus cursos de modo que son seguidos en tiempo real, en uno o varios lugares remotos con necesidades educativas.
Para poner en marcha una terminal educativa se requiere:
• Un educador voluntario. Son voluntarios de UNIR. Los cursos pueden ser impartidos por un único voluntario o por varios, liderados por uno de ellos (alumnos liderados por un profesor, tutor o incluso un alumno de último curso, un grupo de profesores, etc.).
• Una plataforma tecnológica (aulas virtuales). Permite impartir los cursos en tiempo real.
• Un tutor local en los países desde los que se pide ayuda.
• Una infraestructura mínima en el país receptor a través de distintas ONG (aula, ordenador con webcam, altavoces, proyector y conexión a internet).
Reducir costes maximizando resultados
El voluntariado online supone múltiples ventajas para las organizaciones que lo soliciten. Entre los beneficios que se obtienen del voluntariado online destaca que se pueden acceder a las habilidades y conocimientos técnicos de profesores voluntarios capacitados, que están a disposición de los distintos proyectos puestos en marcha por organismos humanitarios. Además el voluntariado online ayuda a reducir costes en un porcentaje elevado. Con una inversión mínima puede llevarse la educación a sitios donde, de otra forma, quizás no sería posible. Asimismo, abre la posibilidad al encuentro y la vinculación porque la solidaridad no es lo que se hace juntos, sino las sinergias surgidas de ese trabajo compartido.